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Análisis del Ciclo de Vida, Ecoetiquetado y Ecodiseño, por José Fernández Alcalá

Las últimas clases sobre el módulo de Gestión Ambiental de la Empresa impartidas antes de semana santa corrieron a cargo de José María Fernández Alcalá de la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del País Vasco (IHOBE), quien nos habló sobre Análisis del Ciclo de Vida, Ecoetiquetado, Ecodiseño y Compra Pública Verde.

José Fernández Alcalá con alumnos del MGDS

El Análisis de Ciclo de Vida, ACV, es un concepto realmente interesante pero bastante complejo. El objetivo es analizar los aspectos e impactos medioambientales asociados a todas las fases de vida de un producto, servicio o actividad: extracción de materias primas y energía, producción en fábrica, distribución y venta, uso o utilización, reciclaje, sistema de fin de vida y residuo o eliminación total; lo que cotidianamente llamaríamos “de la cuna a la tumba”. Aunque hay que decir que no siempre se lleva a cabo el estudio completo, se puede considerar sólo determinadas fases de la vida del producto. Es muy común el análisis desde la obtención de materiales hasta finalizar la producción, “de la cuna a la puerta”. Un caso concreto de Análisis de Ciclo de Vida es la Huella de Carbono, que estudia el impacto ambiental de un producto exclusivamente sobre un aspecto ambiental, el cambio climático (emisiones de CO2), habitualmente de la cuna a la puerta. El ACV es un análisis complejo por la dificultad que entraña conocer todos los procesos por los que ha pasado un producto. Para una empresa que se encarga de la fabricación y recibe materiales de distintas partes de mundo es complicado saber con exactitud cuál ha sido el método de extracción de la materia prima o los posteriores procesos de transformación sufridos.

Para realizar el ACV debemos seguir una metodología específica que nos ayuda a agrupar una gran cantidad de datos. Primero es necesario definir los objetivos y el alcance del ACV, hasta qué nivel de profundidad queremos llegar, y a continuación viene la fase más costosa, el Análisis de Inventario, donde se determinan las entradas (materias primas y energía) y las salidas (productos, subproductos, residuos…) de los procesos que ha sufrido el producto en todas sus fases. Existen unas bases de datos de metodología e inventarios donde podemos encontrar mucha de esta información, sin embargo siempre que no haya datos disponibles, o para hacer un estudio más realista, es necesario mucho trabajo de recolección de información. La siguiente fase, Evaluación del impacto del Ciclo de Vida, determina cómo afectan las entradas y salidas a los distintos aspectos ambientales como el cambio climático, la capa de ozono o la lluvia ácida, es decir, que impacto generan en el medio ambiente. Finalmente se pondera toda la información para obtener un único dato que se pueda interpretar y comparar.

De Ecoetiquetado hemos recordado algunos de los conceptos vistos con Antonio Chamorro en su clase de marketing ecológico y analizado las distintas categorías de Ecoetiquetas (I, II, III) y sus significados. Cuando vemos una etiqueta debemos saber que no todas representan una mejora ambiental, que a veces se producen engaños o confusiones por la similitud de imágenes y que es necesario saber de dónde viene, quien la otorga. A pesar de sus problemas, el Ecoetiquetado es un buen método para transmitir información medioambiental al consumidor final de forma que pueda tener seguridad sobre las características del producto o servicio y así decidir su compra con mayor confianza. La Compra Pública Verde, CPV, es otra herramienta de la que hemos hablado para fomentar en consumo de bienes y servicios ambientalmente respetuosos. Como también vimos en la clase de José Pernas de Legislación Ambiental, con la CPV las Administraciones adquieren el compromiso de introducir criterios ambientales además de económicos en sus procesos de compra.

El Ecodiseño ha sido otro concepto nuevo que aprendimos. Si pensamos en gran escala, en la sociedad en su conjunto, para realizar una perfecta gestión ambiental lo principal es empezar por incluir los aspectos mediaombientales en el diseño de producto, hacerlo desde un principio fácilmente reutilizable y reciclable. Un dato básico es que el 80% de los impactos ambientales de los productos se determinan durante la fase de diseño de los mismos. Así ha surgido el Ecodiseño, que a la hora de diseñar cualquier bien o servicio se fija en todas las fases de ciclo de vida para analizar dónde se pueden reducir consumos y desperdicios, reutilizar materiales, facilitar arreglos o incorporación de mejoras tecnológicas… Se trata de incluir los aspectos ambientales como un factor más de diseño, junto a la estética, funcionalidad, costes económicos o calidad entre otros.

José María Fernández Alcalá es Ingeniero Industrial por la Universidad del País Vasco y actualmente trabaja en el IHOBE como responsable de proyectos medioambientales (ecodiseño, mejora ambiental de productos industriales y construcción sostenible), responsable de proyectos informáticos (internet y aplicaciones de gestión) y coordinador de proyectos en las áreas de producto y sistemas de información. Compaginado su trabajo Fernández Alcalá es profesor en diferentes másteres y postgrados relacionados con la mejora ambiental o el diseño industrial, a la vez que ha participado en multitud de congresos y jornadas de formación en temáticas ambientales.

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