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Estrategia empresarial y medio ambiente

Comenzamos este módulo retomando las ideas de los SGA mediante la clase impartida por Verónica García Correa “Gestión ambiental en la industria”. En ella, venía a hablarnos sobre los motivos que llevan a las empresas a implantar un SGA, desde la presión del mercado hasta la concienciación y sensiblización, por lo que os podéis imaginar, hay empresas que se ven obligadas a implantarlo sin la implicación de la dirección, significando para ellos un mérito trámite para estar en el mercado. Son al mismo tiempo éstas, las que no obtendrán los beneficios máximos de contar con un sistema de gestión de ambiental y verán esa inversión con una tasa de retorno bastante reducida respecto a aquéllas que sí implantan un SGA formando parte de la cultura empresarial y con la dirección implicada en el proceso. ¿Cuáles son los beneficios? Múltiples, destacamos:
– Económicos-financieros: reducción de riesgo de sanciones por incumplimiento de la legislación ambiental, menor pago en las primas de seguros, facilidad para obtener préstamos… 
– Producción: mejorar el control de proceso, menor cantidad de residuos y rechazos, etc.
– Ventas y marketing: ventaja competitiva
– Gestión: mejor relación con la administración, comunidad, grupos de interés… 
– Recursos humanos: mejora del entorno de trabajo, incremento de la motivación, etc.
Para poder aprovechar los beneficios de un sistema de gestión ambiental, el departamento ambiental debe trabajar de manera descentralizada, es decir, integrándose en el funcionamiento global de la empresa, recibiendo información día tras día y con la colaboración de todos los trabajadores. Con ello, se podrá realizar un seguimiento adecuado de los aspectos ambientales así como la detección de otros que no sería posible sin dicha implicación. 
Finalmente, nos recordó las principales líneas de actuación de la ISO 14001, EMAS y AAI. En entradas anteriores del blog, podéis encontrar una exhaustiva descripción de cada uno de ellos.


Marcos García Alonso en clase con los alumnos del MGDS
Marcos García Alonso, responsable de medio ambiente de SNOP, nos ofreció una clase muy práctica sobre las herramientas de gestión ambiental, herramientas lean y la gestión de personas. 
Dentro de las herramientas de gestión ambiental, destacamos:
– Indicadores. “Lo que no se puede medir no se puede controlar; lo que no se puede controlar no se puede gestionar; lo que no se puede gestionar no se puede mejorar”. Queda bastante claro mediante esta afirmación la importancia de los indicadores y la medición, sin ellos, no podremos controlar el negocio porque no conocemos qué es lo que está sucediendo. 
– El Diagrama de Pareto es un instrumento que permite graficar por orden de importancia, el grado de contribución de las causas que estamos analizando o el conjunto de problemas que queremos estudiar. Se dice que “el 80% de los efectos viene generado por el 20% de las causas”. 
– A3 / PDCA. Plan Do Check Acto. Proceso de mejora continua. 
– Brainstorming. Torbellino de ideas en el que debe implicarse cualquier trabajador. Nadie conoce mejor el trabajo que uno hace. 
– Ishikawa: diagrama causa – efecto que permite identificar los motivos que llevan a producir tal problema. 
– 5 Whys. Existe una regla mediante la cual se afirma que contestando a cinco veces a las causas de un problema, se llega a la raíz del problema. 
En cuanto a las las herramientas lean:
– Las 5S japonesas: seiri, seiketsu, shitsuke, seiton y seiso. 
– Gestión visual: por ejemplo, colores en las papeleras para identificar el tipo de residuo.
– La estandarización ayuda a que todos los trabajadores puedan realizar cualquier actividad.
– TPM
– VSM
La gestión de las personas es un pilar fundamental para que todas estas herramientas funcionen lo más eficientemente posible, por eso, la motivación, delegación, formación y otras muchas más acciones son imprescindibles para alcanzar los objetivos.

Alberto Aragón con alumnos de la VII edición del MGDS
Aberto Aragón Correa tiene un extenso currículum que lo avala como un profesional en el campo de estrategias ambientales en la empresa. Para no extendernos demasiado, fue Catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Granada (España), aunque en los dos últimos años ha trabajado como Professor of Management en la University of Surrey (Reino Unido) y anteriormente fue profesor visitante en universidades internacionales tales como la University of California Los Angeles (UCLA) o la Universidad de Berkeley (EEUU), entre otras.
Alberto estuvo dos días con nosotros, dos días enfocados a la puesta en práctica de las estrategias y planteamientos ambientales de las empresas. 
Las estrategias medioambientales se clasifican desde la más reactiva (obligación al cumplimiento de la legislación) hasta la más proactiva (más allá de la ley, voluntariedad). Las que están por debajo de la ley se enfrentan a sanciones, multas y pérdidas de competitividad mientras que las que toman proactividad llevan a cabo diferentes tipos de acciones medioambientalmente deseables. Pequeños gestos, como la sugerencia de los hoteles a no lavar las toallas cada día, o grandes acciones, como la implantación de un SGA. En el top de las estrategias se encuentran aquellas empresas que basan su modelo de negocio en el respeto al medio ambiente, las cuales tienen mayor aversión al riesgo pero son las más diferenciadas. 
¿Y cuáles son los criterios para seleccionar la mejor estrategia medioambiental? 
Bien, en este punto distinguimos dos criterios. Uno basado en un análisis DAFO, lo cual puede que no nos lleve a la mejor decisión si analizamos pros y contras. O podemos optar por un modelo ejecutivo basado en dos dimensiones: el valor que el mercado da a la gestión medioambiental de la empresa y el riesgo para el medio ambiente relacionado con la gestión de la empresa. 
Por último, es importante tratar el papel que juegan las multinacionales en la adopción de estas estrategias. Es un tema muy controvertido en la sociedad ya que nos hace plantearnos preguntas como ¿si una multinacional está produciendo en varios países diferentes, actúa de forma diferente o adopta una estandarización interna para todos los lugares en los que actúa? Éllo nos lleva a otra pregunta, ¿qué se debe tener más en cuenta en las decisiones de las multinacionales, la regulación, el aspecto cognitivo o el aspecto normativo?

Alberto Aragón Correa
Para finalizar este módulo recibimos el último día a Antonio Álvarez Sánchez, Director de Sostenibilidad de Inditex, quién nos indicó en qué consistía la estrategia de sostenibilidad de la compañía. 
Pues bien, de cara a 2020 los objetivos se basan en una transición hacia materias primas más sostenibles, tales como fibras artificiales libres de bosques protegidos, vertido cero de sustancias químicas peligrosas, tiendas 100% eco-eficientes y certificadas Leed Oro, reducción de un 20% de los GEIs sobre base 2010 en la distribución y el tratamiento de fin de vida de sus residuos, hacia una economía circular. 
¿Por qué lo hacen?
Para crecer como empresa sin que lo hagan sus consumos de recursos naturales, por ética y valores mostrando transparencia y responsabilidad en sus procesos, para disminuir los riesgos operacionales y para responder a los nuevos escenarios ambientales, innovación y liderazgo.
En su política medioambiental se diferencia tres estrategias: estrategia de agua, energía y de biodiversidad para los cuales hay unos planes de acción derivados de los planes maestro (medio plazo, 3 – 5 años).

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