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El mercado español de la electricidad, por Antonio Canoyra y Javier Pobes Hernantes

La semana pasada tuvimos como nosotros a dos directivos de Gas Natural Fenosa para hablarnos sobre el mercado español de la electricidad. Antonio Canoyra Trabado, Director del Mercado Ibérico de Electricidad de Gas Natural SGD y Vicente Javier Pobes Hernantes, subdirector del Centro de Control Eléctrico de Gas Natural Fenosa, nos explicaron cómo se realiza en España el suministro de electricidad de una manera muy cercana. Ambos tienen una formación de Ingeniería Industrial y posteriores postgrados de especialización. Antonio Canoyra posee un “Executive MBA” y un postgrado en “Análisis eléctricos de potencia, planificación energética y sistemas de seguridad de centrales”, mientras que Javier Pobes se centró en los estudios sobre el «Negocio Energético».

De izquierda a derecha: Javier Pobes, Xavier Labandeira – coordinador del MGDS- y Antonio Canoyra

En primer lugar hay que decir que el mercado eléctrico es bastante complejo, con unos factores clave y diferentes etapas. El bien de consumo que se comercia es la electricidad, que posee unas características diferentes a las de un bien común, las cuales determinan el mercado:

  • El principal factor es que la electricidad no es almacenable, se debe producir y consumir en el mismo momento. Por ejemplo si nosotros queremos encender la lavadora debe haber al otro extremo de la cadena una central produciendo energía.
  •  Debe estar siempre disponible porque es básica para el funcionamiento de la estructura social, económica y productiva. El consumidor y sociedad somos exigentes y no toleramos la carencia de electricidad, el mercado debe funcionar de forma perfecta y continua.
  • No toda la electricidad es igual, tiene unas cualidades como la potencia y frecuencia específicas según cada país que deben conocerse en el momento de la producción.
  • No es direccionable. Una vez que se introduce electricidad en la red de transporte y distribución está se une al resto, no se puede volver a diferenciar ni decidir que ese “pack” de energía llegue a un destino concreto. De esta forma no podemos saber de qué fuente de producción es la electricidad que llega a nuestros hogares.
  • La gestión de la red de transporte es compleja, no se puede introducir a la red toda la electricidad producida directamente y además tiene un límite de capacidad. Hay que saber cuanta energía entra en cada momento para preparar las condiciones de la red, pues éstas son distintas según la cantidad de energía transportada.
  • Las instalaciones de producción de electricidad requieren de altas inversiones iniciales y tienen una vida útil muy larga.

Con esta base el mercado eléctrico se puede dividir en tres fases de actividad: producción, transporte y distribución y comercialización. Hasta el año 1998 la gestión de todas las fases estaba unificada a cargo de Red Eléctrica de España (REE) y los precios estaban estipulados según los costes globales del sistema, de forma más sencilla. Pero la nueva organización del mercado separa  las etapas para permitir la competencia en alguna de ellas -no es posible en todas porque existen monopolios naturales en la fase de transporte- y conseguir precios de mercado. En la primera etapa de producción se engloban todos los sectores y tecnologías disponibles para la producción de energía eléctrica, como la energía nuclear, centrales térmicas o las energías renovables. Estas centrales venden su electricidad a un distribuidor, que según la demanda de los consumidores finales (sector industrial, sector servicios, consumo privado individual…) calculan sus necesidades de energía. En estas fases la competencia es libre y existen muchas empresas, aun así las 3 grandes empresas históricas -Gas Natural Fenosa, Iberdrola y Endesa- abarcan el 60% del mercado.

La fase de transporte es diferente, está gestionada de forma exclusiva por REE, sólo existe una red física de transporte. Su función es llevar la electricidad desde el origen hasta el punto de consumo, no interviene en la compra-venta entre productores y distribuidores. Debido a las características de la electricidad ya mencionadas, es una actividad compleja. Tiene que saber la cantidad a transportar para modificar las condiciones de la red -en frecuencia y potencia por ejemplo-, estar preparada para atender cambios instantáneos en la demanda, problemas concretos de suministro… Para cumplir esta función están los llamados “Servicios de Ajuste” que contrata de los productores de energía.

La actividad de compra-venta de electricidad es probablemente el punto más complicado, debido principalmente al hecho de que la electricidad no se puede almacenar y hay que producirla en el momento que se demanda, si la demanda no lo exige la energía no se produce. La oferta de energía total en España en 2012 es de más de100.000 MW, lo que se llama potencia instalada, mientras que la demanda diaria oscila solamente entre 20.000 y 40.000 MW. Para determinar qué centrales producirán la energía cada día, pues hay un exceso de capacidad, existe el mercado. Realmente existen diferentes tipos de mercados donde los productores pueden vender su energía:

  • El mercado a plazo. Es posible realizar acuerdos bilaterales en cualquier momento entre productores y distribuidores para acordar el suministro de energía. Podemos comprar hoy el suministro para dentro de un año al precio y condiciones que se decidan de la negociación bilateral. Se trata de una forma de gestionar el riesgo, el productor se asegura que va a poder vender su electricidad pase lo que pase en el mercado al contado.
  • Mercado Organizado de Contado Diario, el mercado principal. Aquí se negocia alrededor del 80% de los ingresos de un productor y antes de la 10:00 de la mañana se vende la electricidad que se consumirá el día siguiente. Todas las centrales ofertan su energía un precio acorde a sus costes y los distribuidores realizan demandas según las estimaciones del consumo eléctrico de mañana. Como la capacidad instalada española es mayor que la demanda, las ofertas a precios más bajos serán las que satisfagan la demanda, y el precio de compra-venta de la electricidad será el precio marginal de la última oferta casada (comprada) e igual para todos, aunque en la oferta se pidiese uno menor.
  • Mercado Organizado de Contado Intradiario. Como la estimación de las necesidades de electricidad, la demanda, no puede ser perfecta ni complementamente ajustada a la realidad, es necesario tener un mercado intradiario (específicamente son 6 mercados repartidos en distintas horas del día) para ir vendiendo y produciendo más energía si la demanda se incrementa o cancelando ofertas si la demanda resulta ser menor de la estimada.
  • Servicios de Ajuste del Sistema, de los cuales hablábamos anteriormente. Aquí se venden diversos servicios que la red eléctrica necesita para poder funcionar como transportista o producción de energía que busca suplir fallos de suministro y ajustes a la demanda. Los vendedores son los productores de energía y el comprador es REE, mientras que los ingresos correspondientes a esta actividad suponen para el productor alrededor de un 15% del total de la cifra de negocios. Estos servicios se dividen principalmente en resoluciones técnicas, reserva adicional a subir, gestión de desvíos, regulación secundaria y regulación terciaria, según la función que ayuden a mantener.

Por último destacar que existen importantes problemáticas en el actual mercado de la electricidad que aún están por solventarse: la intregación de las energías renovables no está plenamente conseguida de forma que no afloran los costes reales de estas tecnologías -casi todas están subvencionadas-, lo que produce distorsiones en el precio del mercado al contado; existen continuos cambios regulatorios que aportan desconfianza hacia el sistema; la seguridad de suministro se consigue de manera ineficiente; o que el mercado a plazo no consigue desarrollarse de manera plena, los agentes no tienen gran interés en acudir a él.

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