Eficiencia Energética y Empresas de Servicios Energéticos, con Bernardo Parajó
El viernes tuvimos la cuarta sesión de Empresa y Cambio Climático, contando con la presencia de Bernardo Parajó Calvo, Ingeniero Industrial, Director de la Agencia de Energía de Vigo y profesor asociado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Vigo. Además, forma parte del grupo de investigación de Energía Eléctrica “en.e” de la Universidad de Vigo, participando en varios proyectos de investigación y de colaboración Empresa-Universidad.
Empezamos la clase hablando sobre el recorrido que sigue la energía desde las fuentes de energía primaria hasta llegar a ser energía útil, pasando por diversos pasos de transporte y transformación. Todas las transformaciones tienen pérdidas, y no todas las formas de energía son igualmente eficientes para su transformación en energía útil.
A continuación vimos que el consumo de energía aumenta con la demanda y disminuye con el rendimiento. La demanda depende del comportamiento, mientras que el rendimiento depende de la reducción de las pérdidas, es decir, de la eficiencia. Por tanto, para conseguir un consumo ajustado serán necesarios tanto ahorro como eficiencia. Si a este consumo ajustado le restamos el autoabastecimiento, obtenemos el consumo energético externo que, multiplicado por el precio, nos dará el coste energético externo.
Bernardo Parajó |
Por lo tanto es importante la gestión energética, esto es, el uso combinado de todos los instrumentos: ahorro, eficiencia y fuentes propias de energía para obtener un mix energético más sostenible (seguro, económico y ambientalmente aceptable). El soporte económico de la gestión energética es el coste de la energía que se deja de consumir, y que permite financiar las inversiones, reducir los costes de explotación, mejorar la seguridad y modernizar la tecnología.
Después de aprender cómo se puede medir el ahorro de energía, con protocolos de Medida y Verificación como el IPMVP, pasamos a tratar sobre tecnologías sectoriales eficientes en edificios (iluminación, generación de calor y refrigeración, energía solar…), en ciudades (alumbrado público, sistemas centralizados de calefacción, ciudades inteligentes…) y en transporte (biocarburantes, vehículos eléctricos…).
Para ello hablamos sobre diversas medidas como las directivas de eficiencia energética, el Código Técnico de Edificación, la certificación energética, calderas de alta eficiencia, bombas de calor, geotermia, energía solar para agua caliente o generación eléctrica, eficiencia en el alumbrado público, generación distribuida, cambio modal en el transporte o infraestructuras para la carga de vehículos eléctricos.
Un mecanismo esencial para llevar a cabo inversiones que mejoren la eficiencia energética son las empresas de servicios energéticos, que proporcionan servicios energéticos o de mejora de la eficiencia energética en las instalaciones de un usuario, afrontando cierto grado de riesgo económico al hacerlo. El pago de los servicios prestados se basará en la obtención de mejoras de la eficiencia energética y otros requisitos. Esto permite reducir el consumo, por lo que el cliente obtendrá beneficios a largo plazo sin tener que haber realizado una inversión.